lunes, 29 de julio de 2013



   
     " LUIS PASERO GARCIA "


        Con una niñez, donde jugaba a ser esa figura del toreo,  haciéndole  sentir grande y olvidar esos coches de juguete los cuales sus amigos no paraban de rodar, Luis Pasero ha visto un rayito de luz al brindar la oportunidad de mostrarse ante un animal y poder empezar a construir una carrera en la tauromaquia.  Con poco conocimiento y corta edad se inscribió en la escuela de Casarrubios del Monte (San Isidro), donde gracias al maestro Julián Maestro y sus amigos, los cuales le animaron a inscribirse, Luis empezó a coger técnica, la cual en aquel entonces él se quedaba anonadado al ver que era más difícil de lo que había jugado de pequeño. Poco a poco fue cogiendo su sitio, llegando a ponerse delante de una becerra con tan solo 10 años, donde como dice el, los mantazos le engrandecía su tauromaquia. Poco más tarde decidió ir a la escuela de tauromaquia de Madrid (Marcial Lalanda), donde ha cogido el oficio actual a manos del maestro Joaquín Bernardo, quien para él es su conductor en su carrera taurina.    

       Es consciente,  que está dejando atrás su niñez, pero también tiene seguro,  que es su forma de vida,  y que sin los toros el no sería feliz. Luis sabe que es un mundo muy difícil, pero no concibe la idea de no llegar a ser maestro del toreo, aunque sí tiene claro, que sus estudios tienen que ser papel fundamental, ya que nos comenta que un maestro del toreo tiene que ser una persona culta y con unos conocimientos los cuales te den otra salida a la hora de tener que dejar los toros.

      No solo que con tan solo 10 años se puso delante de una becerra, sino que con 11 años hizo su debut en su localidad natal, donde corto 2 orejas y un rabo. Al ver este resultado, la localidad decidió ponerle en la feria de Casarrubios del Monte (17 de septiembre de 2007), donde volvió a repetir el mismo resultado abriendo esa puerta grande por segunda vez. Pero estos resultados no le hacían que se imaginara un futuro, sino que se centrara en corregir esos fallos que él y su maestro veían. Tres años más tarde, el 1 de Octubre de 2010 ingresa en la escuela de Madrid, donde le dan la oportunidad de aprender junto al Maestro Joaquín Bernardo, quien confió desde un primer momento en las condiciones de Luis, llevándole a grandes sitios y haciéndole un poco más técnico y con mas conocimiento. En su etapa taurina puede contar con una afición que habla de su mano izquierda y su proyección en el mundo del toro, pero sobre todo de grandes resultados como en Valmojado (2 orejas y rabo), Cogolludo (2 orejas), Chapineria (2 orejas)... y este año en su paso por el certamen de Castilla la Manta Televisión dejo un sabor de boca a los aficionados que lo veían claramente finalista y por desgracia no pudo ser. Pero Luis sigue teniendo claro que el no ve resultados, sino aficionados satisfechos, dándole igual la decisión del presidente.

         Tiene claro,  que en el ruedo los compañeros son rivales, pero también hay que ayudarlos, puesto que por encima de todo, está el compañerismo y el valor de hacer de los  compañeros de la escuela y de cada una de las ternas de cada tarde, un grupo  de amigos que disfrutan del mundo del toro y que quieren hacer lo mismo el, ser maestros del toreo.    Tiene claro los momentos amargos del toreo, las derrotas, cornadas,...  pero también sabe las satisfacciones de los triunfos de una tarde grandiosa, hace pasar por todo con satisfacción e ilusión. No ve en ningún momento que los animales sean grandes o pequeños, sino disfrutar haciendo lo que le gusta, sin ánimo de ganar o perder en la plaza, como en el teatro o en el circo, que la gente salga ilusionada y disfrutando de lo que han visto, para que salgan hablando de ti, bien o mal, pero que se queden con algún retazo de lo que tu plasmas en el ruedo y haces con entrega y cariño para ese aficionado que es la llama de este arte.

     Le gustaría torear en la plaza de México, que para él es la cátedra del torero, tan espléndida y llena de gente, donde los olés tiene que se escuchan rotundos,  y no con una terna cualquiera, sino con Morante de la Puebla y  Julián López “El Juli”, o un mano a mano. Pero tiene claro que lo más importante es hacer disfrutar al aficionado en esa tarde, sea en la soñada, o en la de una localidad con una plaza portátil.

       Opina como participe en la fiesta taurina,  que este mundo del toro tiene que cambiar, para dar más iniciativa a los chavales, al mundo del  toro, y a la fiesta. Se podrían realizar unas liguillas, algo parecido al futbol, o otras de promocionarse, de manera que todo el mundo hable de ellas y de los participantes, para darles el sitio que necesitan en cada momento, algo parecido al certamen de Castilla La Mancha Televisión, que siempre apoya a los chavales, que son los que menos oportunidades tienen,  y que el mejor se lleve el gato al agua, pero que se les dé el empujón para darse a conocer y sobre todo el torear, animando a la gente a que salga contenta, incluyendo a las novilladas en los carteles de las ferias importantes, pero lo imprescindible es que estos chicos que quieren empezar, se les conozca, en un medio de tanta repercusión como es la televisión y que no tienen la ayuda que otros, tanto novilleros como matadores de toros.

       Luis Pasero quitaría sobre todo el favoritismo que hay en el mundo del toro, todo lo hay por detrás de dinero, e influencias y  los empresarios que no miran por los chavales, para que todo este mundo fuera más sano, y más de verdad.  Pondría algo para que la gente se fijara más en los toros en general y en la fiesta taurina, dándoles a conocer en los eventos las matices que tanta gente no entiende por su desconocimiento  

      

  
 Por desgracia no tiene la oportunidad de otros chavales para ir de tapia, porque en su caso, la familia no tiene las amistades o las influencias para hacerlo, lo cual se nota en el oficio de un torero que está empezando, incluso dejando en el ruedo en cada una de las tardes que participa su sello, y plasmar un toreo, clásico pero de valor, y haciendo caso siempre al maestro que está detrás de ese callejón,  intentado  llevar la lidia, incluso sabiendo que éste en alguna ocasión se equivoca, pero que para Luis Pasero, las palabras de su maestro siempre van a misa, y además sabiendo que tiene detrás a la familia que pase lo que pase siempre están ahí, intentando aprender todo lo que pueda para coger oficio, y enseñanzas de la gente que entiende, de críticas, para mejorar,  para dar el paso con los del castoreño, que de momento no tiene a la vista, pero que según el nivel que en estos momentos hay, tienen una cultura distinta y que es el tiempo de las escuelas de toreros, creyendo según su criterio que en otros tiempos existe la figura del maletilla, pero que no es una enseñanza tan de verdad, como te pueden impartir en las escuelas de torear.

 

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