miércoles, 25 de febrero de 2015


 
         "CARLOS OCHOA"

    Teniendo un abuelo empresario, apoderado y gran aficionado al mundo del toro, como no, a su padre también le gusta y le han transmitido una afición que desde que nace le inquieta  ingresando en sus inquietudes y sus ganas de ser torero.   Hablamos de CARLOS OCHOA.
     Comienza en la escuela de Madrid, muy joven dando un gran disgusto a su madre cuando le dijo que quería ser torero, ingresando en esta escuela con trece años, cogiendo contacto con los trastos, toreando de salón y toreando algunas becerras, las cuales le daban muy buenas sensaciones y hasta el momento, que el año anti pasado mato su primer becerro, al que por cierto le realizo una gran faena en un pueblo de Guadalajara, y al que metió un gran espadazo,  y un festejo mas, pero este año pasado,  acabo  con la escalofriante cifra de veintinueve festejos, que le has servido mucho tanto personal como profesionalmente, dentro de esta escuela taurina de Madrid, que cataloga como una de las mejores escuelas de toreros de España, y en la cual elogia el trato y  enseñanzas de los profesores,  que mas que profesores, son amigos, incluso intentando solucionar si alguno de los alumnos tienen problemas tanto dentro,  como fuera de  dicha escuela , teniendo en cuenta, que se refiere a los maestros, Joselito, Fundí, Bote y Rafael de Julia, un puñado de toreros,  que dio mucho de qué hablar en los ruedos de toda España y que ahora son los actuales profesores, entre otros de la escuela taurina de Madrid.
         En estos momentos se encuentran menos alumnos que en otras ocasiones, se han retirado los grupos y las enseñanzas son conjuntas, junto con los profesores que visitan a diario la escuela que son  Rafael de Julia y José Luis Bote, siendo este último, el pilar de su corta carrera, y al que debe todo lo que sabe en estos momentos e intenta demostrar en la plaza, aun pensando en algunos momentos cuando estos le reprimen alguna cosa, que solamente es por su bien.

 
    Recuerda su primer becerro, como un sueño en su carrera, en un pueblo de Guadalajara a demás  propinándole un gran espadazo que le hizo rodar sin duelo, un gran triunfo, pero un gran recuerdo en su debut , alternando desde entonces las lecciones de la escuela, con las clases en el campo, que esta escuela de Madrid les brinda a sus chavales.

   Le hace una gran ilusión el torear privilegiadamente,  ante el publico francés, que ya ha hecho en tres o cuatro ocasiones y que es emocionante como le tratan y como tratan el mundo del toro en el país vecino, se siente torero, bueno se siente torero en todos los sitios donde pisa los ruedos pero en Francia es otra cosa que aun llevando dos segundos en esto como cuenta el, en España es la cuna del torero, pero Francia vive el toro, incluso con los que están empezando, contándonos como anécdota que les piden hasta autógrafos, y eso les llena de orgullo, y les choca.

        La educación en el mundo del toro, se da por hecho, pero en concreto a él y a todos los alumnos que pisan su escuela se lo enseñan, sobre todo el respeto taurino pero también a ser personas dándole un gran valor a hacer toreros pero también a eso,  a saber cosas de la vida, como por ejemplo a sentirse toreros de tapia, a la hora de ir de tentaderos, a ganaderías, etc.

       Tienen una enseñanza todos por igual, de salón, técnicas, etc.,  pero luego cada uno saca su personalidad, y su forma de torear para que solamente viendo de torear a cada uno se les identifique, no teniendo ningún torero  a el que le gustaría parecerse, porque lo que pretende o intenta Carlos Ochoa, ,  es sacar lo mejor de cada uno de ellos, retazos de por ejemplo, Juli, Morante, etc. definiéndose como un torero con mucha ilusión, afición, sin definirse con ningún tipo de torero, algo clásico, pero repite, que no le gustaría tener un patrón, sino hacer su propio toreo.

        Si tuviera la oportunidad de parar en alguna época del pasado, le gustaría aterrizar, en la época de Luis Miguel Dominguín, porque le gustaría conocerle y verle de torear , pero también pararía en la época dorada de la escuela de Madrid, con Joselito, Bote y Fundí, para vivir esa época de la escuela, aunque cree, que en estos momento es lo más parecido a eso, y de los toreros de la actualidad, se fija y llena Miguel Ángel  Perea, Diego  Urdiales

     Prefiere la muleta a el capote, porque no termina de cogerle el aire a  este último, igual que no le gusta poner banderillas, y le da mucha importancia a la suerte de picar, al ser primordial para dejar a el toro, con su justa bravura, pi cantón o en sus momentos su justa embestida, además prefiriendo las faenas con la mano izquierda, que él no sabe si será la del dinero o qué, pero es con la mano que él se siente mas cómodo y con la que le gustas torear, siendo este año la espada su talón de Aquiles, que con ayuda de los maestros esta temporada, cree que lo superara, para no perder los triunfos que ha perdido por culpa es esta.
     Sueña con ser figura del toreo, pero no con prisas, sino ir paso a paso, siendo el mejor en los tentaderos, en los bolsines, e intentado superarse a si mismo cada vez que se viste de torero o pisa una plaza, para que la gente hable de el, y si puede ser por sus triunfos, e ir subiendo peldaños, de novillero con caballos, de matador de toros, pero que son metas que se ha propuesto y pretende cumplirlas, tomándose cada una de sus actuaciones como si fueran finales, como si estuviesen toreando en la misma plaza de las Ventas, siendo un reto, que le diesen la alternativa Joselito y Paco Ojea,  un sueño complicado pero no imposible,, y en la plaza de Nimes, porque es una plaza que siempre le ha llamado la atención, tiene algo para él, aunque también le encanta la plaza de Olivenza, Valencia, Sevilla, Madrid, pero Olivenza le envuelve, de hecho le gustaría debutar con picadores en ella.

  
      Está convencido y mentalizado para ser una figura o ser algo en esto, pero en el momento actual, está muy difícil la fiesta, teniendo en cuenta que los nuevos y los novilleros que son la cantera de la fiesta, llegan con mucha fuerza y con muchas ganas, diciéndole a los chavales que están pensando en querer ser toreros o que se quieren apuntar a una escuela  de torear, que no lo piensen, que no lo duden, que se apunten en la que más cerca tengan, y que allí, les enseñaran a ser toreros y a ser hombres, y a disfrutar de la fiesta taurina.