martes, 24 de mayo de 2016



              CARLOS NEILA




  Nos acercamos a un torero, que como a continuación nos cuenta, y además muy modestamente, ha sido maestro en su época, ha sido maestro de toreros, y en estos momentos sigue siendo maestro de un grupo de alumnos aficionados prácticos en su pueblo natal, Arganda del Rey, pueblo con mucha tradición taurina, y tierra de grandes efemérides, tanto en el toreo serio, como en el mundo del toreo a cuerpo limpio.  En esta ocasión tenemos el privilegio de contar con las reflexiones de Carlos Neila.
  Carlos Neila recuerda sus comienzos en el mundo del toro, teniendo una infancia muy feliz, a sus padres le gustaban mucho los toros, ve,  y va a  los toros con ellos en numerosas ocasiones, con lo que se queda impregnado de esta bonita fiesta.  En su pueblo, son famosos los encierros, y las capeas, contando una pequeña anécdota, que con la edad de cuatro o cinco añitos, le entraron ganas de orinar,  y por casualidad o por cosas del destino, lo fue a hacer en la pierna de Victorino Martin, cosa que en alguna ocasión lo han referido y reído juntos.

 
  La verdadera afición le entra en lo que ahora es una pequeña finca con plaza del toros, afincada en su pueblo, llamada La Venta del Toro, con un tío suyo, que a cada uno de sus hijos,  les compraba una vaquilla para que la toreasen, en el día de su comunión, Carlos Neila nos confiesa que en esa placita,  torero por primera vez con una toalla de cuadros, llegándole tanto,  que con doce o trece años convence a sus padres, y comienza a acudir a la escuela de tauromaquia de Madrid,   pero al contrario, de lo que creían sus padres,  con el tiempo le engancho cada vez más,  hasta llegar a tomar la alternativa mas adelante como matador de toros, siendo el pilar como torero,  su familia,  como hemos dicho anteriormente, sus padres, que por desgracia ya no están aquí, y en estos momentos sus hermanos, que afortunadamente se llevan muy bien, y los cuales siempre le han apoyado y aconsejado,  en todas las decisiones.
  Solamente tiene elogios para la escuela donde compartió clases, decepciones y alegrías, con muchos de los maestros de su época, Gregorio Sánchez y Enrique Martin Arranz, al igual que con los compañeros  durante unos cinco años, y donde con todos los conocimientos que allí le impartieron, le hicieron torero.  Llego a torear,  más de treinta novilladas sin caballos, corto seis orejas en cinco tardes en los certámenes que se realizaban en la plaza de toros de  Las Ventas, contando una curiosidad que le paso, en una novillada que realizaba la policía municipal de Madrid, le puso la escuela, para matar un novillo picado, (su primer novillo picado)  en Las Ventas  de  Madrid, y en esos momentos hera  el hombre más feliz del mundo,  estaba la plaza llena, una semana muy complicada de exámenes de C.O.U,   corta dos orejas, sale por la puerta grande y se le quedo una espinita, de no mirar hacia arriba,  como le decian los grandes,  para ver los cuadritos marrones de esa emblemática puerta grande, con lo que se le quedo el resquemor de volver a salir, y mirar para arriba, lo consiguió en otras dos ocasiones más, y miro para ver esos cuadros marrones tan soñados, que aun confesándonos que de matador de toros tienen que ser de otra manera,  a él,  le llevaron al éxtasis en su momento.      Pero también al dejar el amparo de la escuela  como novillero, la cosa se paro y tenía que hacerse torero,  tocar pelo de alguna manera, enganchándose al carro de matar los novillos en muchas de las capeas que se celebraban , como en el pueblo de  Drieves, nos cuenta,  que dejo impactado a Manuel Vidrie, con  lo que tuvo la oportunidad al poco tiempo,  de torear una novillada picada que este le proporciono, en la que corto tres orejas y un rabo, toreo también,  el  Festival Taurino televisado de Chinchón, sin arrepentirse de nada de esto, puesto que el torear le daba experiencia y oportunidad de que le viesen en el ruedo, puesto que el ser torero, es una carrera, es un aprendizaje, y te tienes que ir formando poco a poco.
   


  Debutó con caballos el doce de septiembre de 1988 en Arganda del Rey, consiguió matar otras dos novilladas, el año siguiente, se presenta en Madrid, las cosas no salieron bien, y se paro su carrera en seco, toreo solamente nueve novilladas, y empezó una travesía por el desierto, hasta que consiguió hacer las veinticinco novillas que le estipula la ley  para tomar la alternativa.
   Se sincera con nosotros, y nos comenta, que cuando llegan los triunfos, llegan las novilladas,  las actuaciones de casi diario, no estás en la realidad de la vida, te preparas a ti mismo una película, que no es nada masque eso, una película, y cuando llega la verdad, te das cuenta, que estaban en un mundo en el que no te había tocado llegar de momento, y que no era el que te correspondía, siendo esto una cosa de las que el siempre ha intentado inculcar en aquellas personas a las que le ha dado clases o ha tenido la oportunidad de preparar como toreros, que por muy bien que te vallan las cosas en este mundo del toro, cada momento tiene su tiempo, si no lo mas fácil es que cuando llega la verdad y la realidad, te caigas.
  Todo tiene su parte buena y su parte más dura, las responsabilidad, de torear en esas plazas como Sevilla, Madrid, Alicante, etc, son para un novillero y torero la ilusión de triunfo y de estar en esas plazas que siempre has soñado y que está al alcance de tu mano, el poder realizar en ellas, la faena de tu vida, siendo esto muy difícil, por lo que nos comenta de esa inscripción en la entrada de la Escuela Taurina de Madrid, de que  muchos lo intentan, pero muy pocos los que llegan a conseguirlo.

En su caso es un oficio que le ha llegado a enganchar, por lo apasionante que es, un color preferido de trajes, el azul marino, no tiene supersticiones, pero si manías, en algunas cosas, como, el empezarse a vestirse por el lado derecho, y como puntualización, nos dice,  que el día de su debut en Madrid, empezó al contrario y se volvió a desvestir y luego a vestirse de nuevo, quede aquí dicho esto. 





       En su caso, se le ha quedado alegría y satisfacción de su paso por el mundo del toro, no por los triunfos, o por no haber sido capaz de conseguir ser figura del toreo,  que también  ha tenido muchos triunfos, pero ha tenido la satisfacción de vivir como tal, gracias a la enseñanza, de ser director artístico de la Escuela de Santiago de Cali, (Colombia), ha sido el director artístico de Tauromaquia Mexicana, en México, siendo tratado como una figura del toreó, viviendo todo muy rápido, incluso comentando con José Tomas en cierta ocasión, de que Carlos Nelila,  era consciente de que no ha sido,  ni será figura del torero como él , pero que tenía que reconocer, que posiblemente haya disfrutado este mas que José Tomas de la vida,  y del toro, dándole la razón, puesto que Neila, ha conseguido torear en prácticamente toda España, no de matador, pero sí de novillero, y luego a conseguido ser valorado y tratado de maestro, pasando muchas fatigas, pero no más que cualquier persona que quiera ser algo en la vida, pensando que un torero no deja de ser torero en ningún
momento, que no hay algo más grande que ser torero, quitando ese momento de ser padre, puntualiza,  sin plantearse que si no hubiese sido torero no sabe lo que pudiera haber sido, puesto que lleva toda la vida  ligado a este mundo del toro, dejando de estar en activo, por sentir, que su puesto estaba detrás de la barrera, inculcando sus aprendizajes de esa etapa de escuela taurina a todos los que por sus manos has pasado, incluso alumnos de la Escuela Taurina Marcial Lalanda de Madrid, diluyéndose ese apetito de toro y esas ganas de torear, que desaparecen, cuando uno ve que esta nadando a contracorriente.
    En estos momento se dedica a su campo, sus olivas, el caballo, las cepas, no le manda nadie, está impartiendo clases en la Academia Taurina para Aficionados Prácticos de Arganda Rey.
  En estos momentos le alegra que los chavales quieran ser toreros, es un oficio muy duro pero muy bonito, siendo importantísima la labor de las escuelas de tauromaquia, ya que aceleran el aprendizaje de los chavales , los forma como personas con respeto, les inculca una forma de ser y vivir, como cualquier profesional del mundo del toro.


       Cada una de las personas que ponen su granito de arena para que esto del toro se mantenga, sin hablar de los toreros y profesionales, sino como él, con esta Academia para Aficionados Prácticos, todas aquellas personas que intentar hacer ver a la gente y al publico,  que al final es el que sustenta esto, y enseñarles que en una tarde de toros,  no solamente está la faena del toro y torero, que una persona que entienda o tenga un mínimo de conocimiento de la lidia,  se puede sacar cosas muy buenas de una corrida de toros, y que si se hace ver,  que esto no es solamente el torero que mata el toro, se podrá dar a entender a la gente que no es partidaria del mundo del toro, que no es como se pinta, y que es una tradición y cultura nuestra,  quitando tabús que están encallados, para conseguir que una tarde que pueda ser aburrida, pueda ser una gran tarde de disfrute.
 
   A los chavales que quieren ser toreros, Carlos Nelia, les dice que se apunten a una escuela de tauromaquia, que en toda España  las hay y muy buenas, que lleguen hasta donde quieran llegar, y que si les deja el corazón y la suerte,  lleguen muy lejos,  y que si no, por lo menos se pasearan por las plazas a ver un acorrida de toros, con una sabiduría,  que les hará ver una tarde de toros diferente,  entretenida, con conocimientos,  y como buenos aficionados.