
Si tienen alguna duda, hablamos de Manuel Gómez Rubio "MANOLO GOMEZ"
Los recuerdos que tiene de pequeño son el sueño de ponerse delante de un “bicho de esos”, de un toro o novillo, si los demás lo pueden hacer, porque no iba a ser él capaz de hacerlo. Se recorría todos los encierros y capeas del entorno de su pueblo, la zona del rivera del Tajuña, donde aprendió por sus propios medios a torear, la gente que le rodeaba y le decía “donde tiene que ponerse” o “tienes que hacer…”, haciéndole creer que debía seguir todas esas indicaciones, a lo que Manolo Gómez hace caso, sin darse cuenta de que en algunas ocasiones estaban equivocados, sacando a relucir una anécdota graciosa. Nos cuenta que toreando en uno de esos pueblos de las cercanías de su Morata natal, citando a un novillo en una de esas capeas, de espaldas a las tablas, le gritan desde las gradas, chaval ponte al contrario, y él se pone de cara a las tablas, propinándole el novillo un topetazo que no olvida en la vida.

No tiene ningún componente en su cuadrilla que le haya acompañando durante toda su carrera puesto que no tenía la posibilidad de mantenerla, debido a sus escasos contratos. Tampoco tuvo ningún toro para mencionar ya que el mismo reconoce no haber matado un 80% de lo que hubiera deseado en su carrera, pero si recuerda uno con el que monto el lio, en la zona de Yucatán México, el maestro nos cuenta otra de las muchas anécdotas y recuerdos de su carrera. Llegando al pueblo le presentaros al alcalde, quien con una borrachera descomunal, pone en entredicho la actuación de esa tarde, diciéndole que con sus maneras de torear, no podrá hacer lidia al ganado. Entrando en la plaza para hacer el paseíllo, vuelve a encontrarse al alcalde en peores condiciones y siguiendo menospreciándole. Tras la realización de la faena del tercero y especial la del sexto, cuando parecía que la gente abandonaba la plaza, porque estaba resultando aburrida, el metió el toro en la canasta y hizo que la gente se volviese y se sentar en las tendidos a reconocerle su gran faena y a darle un triunfo tan grande que al termino, vio al alcalde, y se le había pasado hasta la borrachera.
Desde esos momentos sus mayores vivencias transcurren en la zona de México, donde le reconocen como figura del toreo, y donde se ha sido y se ha sentido torero de verdad. En cuanto a las supersticiones dice que siempre se ha dejado llevar por las que los compañeros y en general la gente dice, aunque despunta que cuando brindaba un toro y la montera caía boca arriba él, la dejaba, es más, si alguien se la daba la vuelta el volvía y la ponía como había caído.

Abala el gesto y contenido del G-10, teniendo en cuenta que en estos momentos quitaría de la circulación a los chupatintas que están engordando los costes de los festejos y en definitiva de la fiesta, al igual que en la plaza de las Ventas, prescindiría de los críticos del tendido 7, los cuales se creen que entienden y lo único que hacen en numerosas ocasiones es confundir al respetable y hacer que muchos de los chavales que están jugando la vida, no tengan opciones de triunfo.
A los chavales les diría, en estos momentos tan difíciles de la fiesta, que siempre sean ellos mismos, que cojan las directrices y pautas de las escuelas a las que pertenezcan , y que luego cada uno siga su corte y plasmen su propio sello para llegar al que , con lo que Manolo Gómez , da a entender, que todos los toreros pueden ser igual de valientes, artistas, sinceros, etc., y que todos los toreros que se juegan la vida en un ruedo, tienen que ser respetados y tratados como lo que son FIGURAS DEL TOREO.
HOLA MANOLO! TE SALUDOS DESDE MÉXICO, ESPERO VOLVAMOS A COINCIDIR, ABRAZO FUERTE!
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