miércoles, 9 de octubre de 2013


 
     Si alguien puede presumir de haber sido un maestro en el mundo del toro, sin haber pertenecido a el escalafón superior de matadores o toreos de oro, ese es el torero que nos acompaña en esta ocasión.
     Juan "Martin Recio"
  Banderillero y peón de brega, catalogado como un amansador de fieras en su época, nos cuenta para este blogs  que comienza su andadura en el mundo del toro, como si fuera un juego, por la afición que le impregna un tío suyo al que le gustaban mucho los toros y el que li hizo meterse en este mundo poco a poco, hasta introducirle dentro, empezando a torear becerros, y luego al poco tiempo novillos, pero de repente se da cuenta que eso no es lo suyo, con novillos que parecen toros, y cogiendo oficio de lo que es capaz de aprender cada uno por sí mismo, no como ahora, que les enseñan a torear, incluso en algunas ocasiones, como si fueran matadores de toros y Martin Recio se dio cuenta, de que  él para lo que había  nacido era  para banderillero y bregar a los toros, con mucha afición y torería, además puntualizando que si se pudiera quitar unos años de encima, lo volvería ha hacer, dándonos la razón de que antes los chavales estaban  seguro menos preparados que los de ahora, pero que lo que se hace en estos momentos, son toreros todo iguales, y que antes había mas variedad, más lucha por el triunfo y por la superación.
    Si el ha llegado a ser en el mundo del toro lo que ha llegado a ser, ha sido con mucha afición y sintiendo lo que cada uno hace, ya sea, matador subalterno o novillero que esté empezando, toda persona que se pone delante de un toro, tiene que gustarle y sentir lo que realiza, porque formando parte de una cuadrilla, se forma parte de los triunfos de cada una de esas buenas tardes, y también de las malas de sinsabores, que también llegan, pero dando todo el merito a el matador que al final es el que se juega la vida delante del toro, pero recordando a muchos compañeros con los cuales ha formado cuadrillas durante su paso por los ruedos de todo el mundo, sin arrepentirse de todo los que ha hecho como banderillero, disfrutando cada una de las tardes y sintiendo que era un torero mas, y sintiendo el toreo, sintiéndose torero en cada momento incluso en estos momentos que ya está retirado.
  Ha formado parte de las mejores figuras del toreo, como, Antoñete, Joselito, José María Manzanares, Miguel Abellán, Paco Ojeda, Curro Vázquez....... reconociendo que ha estado en primera línea, pero también ha llegado a estar abajo, y reitera que siempre hay que estar y pensar que no se tiene que olvidar que cada día es una superación, pero sin creérselo nunca, sin olvidar de dónde vienes, y sin pensar que un banderillero es un escalafón mas inferior, sino que cada uno tiene su puesto un una corrida de toros, que hay que amar la profesión y sentir el toreo y el vestirse de torero cada una de las tardes en las que se participa, de oro o de plata,  pero, siempre sintiendo la profesión siendo grande tanto como matador de toros o como subalterno.
   Le recordamos el nombre de Manolo Montoliu, y con mucha nostalgia, nos recuerda que fue un palo ese día y esa tarde, con la pérdida de un compañero, pero lo más importante de un amigo, puesto que pertenecieron ambos y juntos  a la cuadrilla de barios matadores, y se pasan muchas cosas juntos, incluso llegando a ser tan amigos que en estos momentos se llevan con su familia, como si fuesen parte de ella, teniéndole siempre en el recuerdo.
  No ha sido un torero de supersticiones, y muchas anécdotas, muchas y variadas, pero es tan difícil entre toda ellas de recitar alguna en concreto, que prefiera no mencionar ninguna, puesto que es la paradoja de la vida, de hoy tener el mejor triunfo de tu vida y mañana, el mayor petardo de la historia, viviendo el día a día.
   Ve las escuelas de tauromaquia, bien e importantes para el aprendizaje del oficio, pero apuntando que lo mas importante de todo ello, es que cada uno luego plasme su personalidad para que no sean clones unos de otros, pero es donde se coge oficio y enseñanzas para formarse ya no como toreros, sino también como personas, además quitándose de la calle, que hoy en día la calle, es mala, difícil y con mucho peligro para los chavales de hoy en día, viendo como profesional, que poco a poco las escuelas ponen a cada uno en su sitio, las escuelas y el de los ojos negros que según pasan de escalafón en mas grande, serio, y con más peligro, haciendo una criba en todos ellos.
    A su carrera no le quitaría nada, tanto en la época de novillero, como de banderillero, pudiendo si le diesen la oportunidad de volver a hacer lo mismo, porque Martin Recio ha sido feliz haciendo lo que más le ha gustado, que es lo importante, ser feliz de hacer lo que uno quiere hacer.    Ahora lo que quitaría del mundo del toro, son los precios de las entradas, que en los tiempos que estamos de crisis son un poco caros, y si la gente deja de ir a los festejos, al final cada vez se terminara mas la afición.
  No tiene predilección por ningún torero actual en concreto, pero, disfruta mucho como aficionado, porque ante todo aparte de profesional del mundo del toro, es aficionado, además pasando mucha envidia, de pensar lo que se siente con un capote en las manos, pensando en cada una de las corridas a las que asiste, que se quitaría treinta años de encima  y haría lo que ha sido su vida durante tanto tiempo.
   A los chavales les diría que tengan mucha afición, sobre todo, que sean honestos sobre todo con ellos mismos, si no valen para ser matadores, que se metan de banderilleros o que la vida se pueden tomas otros derroteros, y no perder el tiempo y no engañarse a uno mismo, porque la vida tiene muchas cosas bonitas aparte de ser torero, puesto que la gente que se prepara para ser torero son gente válida para hacer todo lo que se propongan.  

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