"OSCAR MOTA"

Con una temprana edad, iba todos los días a ver a su hermana
entrenar, y cada ocasión que podía, de plaza en plaza siguiendo a su hermana
Noelia Mota para ir cogiendo conceptos y aprender. Decidió dedicarse a un mundo, en el cual, él
es consciente de que es duro, pero que
tiene claro que es su vida, ya que no concibe un día sin subirse a esos caballos
que tanto le ha costado conseguir y dedicarse a lo que su corazón le pide
(Maestro del arte del rejoneo). Sus comienzos han sido muy duros, ya que ha
tenido que empezar con lo mucho o poco que le han podido proporcionar su padre
y su hermana (Noelia Mota), y con su ayuda poder iniciarse en el mundo del
toreo a caballo. Comenzó con caballos veteranos de su hermana,
ya rodados, pero con una sabiduría que le ayuda a coger experiencia. Adquiere
conceptos que quiere definir en la plaza y ante el público, los cuales ha
entrenado día y noche durante muchos años. Tiene claro que a pesar de fijarse
en grandes maestros del rejoneo, él quiere tener su propia personalidad y
transmitir al público lo que siente, no dejándose llevar por lo que hacen sus
compañeros de terna. Entre esa terna es
consciente de que esta su hermana, la cual le ayuda por un lado llevando el
mismo apellido, pero por otro es un compromiso mantener el nivel que ella
tiene, e intentar superarlo. Siente el deber, en cada ocasión, de dar una gran
impresión y dejarse la piel para demostrar lo que es, torero. Sueña con estar entre los mejores del
escalafón, en el que queda incluida su hermana, Pablo Hermoso de Mendoza y
Diego Ventura.

Después de años de entrenamiento, Oscar decide salir en su finca a practicar
con unas vacas, las cuales le hacen sentir esa ilusión y ganas de dar el paso
de su debut. Con tan solo 16 años, debuto en Yepes (Toledo) con un sueño cumplido
para él, de cartel, su hermana, Joao
Moura hijo y Rui Fernández, los cuales le apoyaron en este festejo, el cual
sentenció con 4 orejas y un rabo, que le hicieron saborear el esfuerzo y la
ilusión del triunfo, y el gran sentimiento de ver la gran recompensa que da la
lucha por lo que uno quiere. En su primera temporada salió dándolo todo, intentando superarse para conseguir los
triunfos que necesitaba, puesto que en el mundo del rejoneo tiene claro que existe
un gran nivel y grandes rejoneadores, y así consiguió lo que nunca podía haber
imaginado, 40 orejas, 9 rabos, y 11 puertas grandes, en 13 festejos, fruto de
su preparación, constancia y duro entrenamiento.
Tiene el sueño de torear en las grandes plazas, teniendo en cuenta, que en esas plazas igual que un triunfo te lo puede dar
todo, también un fracaso te lo puede quitar, por eso tiene claro que para
actuar en las plazas importantes hace falta estar más preparado y toreado. El
camino para ser rejoneador consta de cartuchos, que si vas quemando o
desperdiciando, llegará un momento en el que te quedas sin oportunidad de
demostrar lo que de verdad vales.

Nos relata, que quitaría a los anti
taurinos, porque están haciendo un flaco beneficio al mundo del toro y al toro
en sí, y pondría si tuviera la oportunidad de modificar el mundo del toro,
hacer más festejos para los chavales que están empezando como él y dar
oportunidades a los festejos menores en las ferias de todos los sitios.
No tiene ninguna superstición
porque es una persona muy segura, le gusta el color rojo, y nos cuenta como
curiosidad al preguntarle, que llegando a un hotel de Quintanar de la Orden, tenían
tres habitaciones para los tres protagonistas de la terna , 11, 12 y 13, y
nadie quería la trece, a la que dijo que para el que no la quirie nadie, ese
día corto cuatro orejas y dos rabos, y le hizo tener más claro que la lucha es
lo que cuenta en su carrera.


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