martes, 26 de mayo de 2015



En esta ocasión tenemos en nuestro blog , a un matador de toros y maestro, como nos apuntara a continuación, que aun teniendo un corto paso por los ruedos, por circunstancias y dureza de la vida de torero, ha formado parte de los cartel de las primeras ferias y plazas del circulo  taurino.  Hablamos de José María Plaza Polo  


        "JOSE MARIA PLAZA"


  Comienzan sus inquietudes como un chaval de pueblo norman y corriente con tan solo ocho o nueve años, recordando que  con tan solo 11 años le llama de forma especial el mundo del toro, viviendo en Torres de la Alameda (Madrid), insistiendo a sus padres que lo veían como si fuera un juego ya que en su familia no había nadie dedicado a esto como profesional, si muy aficionados pero ninguno profesional,   para que le inscribiesen en la escuela de toreros de Madrid, que a demás, en aquellos entonces era la única que funcionaba o existía en   la comunidad de Madrid, sin tener ningún tipo de peros por parte de ellos, e intentado facilitar su inscripción en ella, donde por esos entonces,  promocionaban en dicha escuela,  Julián Maestro, Lucio Sundín, etc.,  comenzando a relacionarse dentro de ella, con chavales que pensaban lo mismo que él y que querían ser toreros,  con las mismas inquietudes, sueños, en querer ser futuras figuras del toreo, entrenando a diario, como si al día siguiente se fuese a debutar de luces o se fuese a formar parte de cualquier cartel grande.
  Adquirió  un compromiso con el mismo para ser torero, y no le debe a nadie ni a nada,  el formar parte de esta familia torera, sino solamente con el apoyo de su propia familia, y la vocación que ha tenido desde el primer momento y que comenzó el camino de seguir y encauzar su vida por el mundo del toreo.
Actúa como Torero de Tapia, en festivales, torea becerros  y pequeñas becerras con la escuela, comenzando  su andadura como torero, con el  primer becerro en Pozuelo de Rey (Madrid), en el 1983, en una actuación que según José María Plaza, fue muy satisfactoria, hasta el  punto que se celebro en Septiembre y antes de terminar el año ya le habían llamado por los pueblos de alrededor , siendo grato de recordar, ya que al contrario de ahora, si se estaba bien en un pueblo, en los alrededores siempre caía alguna participación sin caballos,  que con altibajos, como es normal,  estaban haciendo a un futuro torero, reconociendo que antes también se alentaba a los chavales cuando se estaba bien  y le  regañaba cuando las cosas salían de otra forma, los profesores de la escuela de Madrid,  Enrique Martin,  Gregorio, Joaquín Bernardo, de los cuales guarda muy buenos recuerdos, llegando al año 1985, en el que le descubre un hombre de Arganda del Rey (Madrid), llamado Paco Santero, que lo vio con una becerrada y se enamoro de su toreo, llevando su carrera artística junto con la escuela de Madrid.  Llego su primera cornada grave, de mucha hemorragia, con rotura de safena, y de alguna vena mas, con unas recuperación muy lenta y dura, una cornada que uno no espera como novillero sin caballos,  pero que llego y muy pronto, enseñándole  a  que el toro por muy pequeño que sea, tiene su peligro.

  En el 1987 debuta con caballos en la localidad de Ciempozuelos  (Madrid), cortando las dos orejas del novillo,   recorre toda la provincia de Madrid prácticamente, de cabo a rabo, saliéndole las cosas muy bien, haciendo cartel con las máximas figuras de los novilleros, del momento, como Paco Camino Hijo, Litri Hijo,  llegando a torear unas 29 novilladas, y  debutando en Madrid  al año siguiente, con un nombre consolidado  en el mundo del toro,  y en el mes de marzo, otra novillada en la feria de Madrid,  con novillos de Peñato, a  el que  corto en el segundo una oreja,  dejando muy buen sabor de boca a los aficionados allí presentes, otra después de la feria, otra en  Sevilla, una más en Barcelona, marcándole mucho el triunfo en Madrid, pasando  por todas las plazas de primera de España, reconociendo que no solamente han sido un camino llano, sino que también ha tenido momentos muy difíciles, en este transcurso ya que los toreros son personas y les afecta todo lo que les rodea, para bien o para mal, llegando a tomar  la alternativa en el 1989.

No noto el volumen de los animales, al hacerse matador de toros,  porque en esa época, las novilladas eran autenticas corridas de toros, pero el respeto de estár enfundándose el capote de paseo el patio de cuadrillas, y ser el más joven del cartel, contradicción de novillero que el algunas ocasiones,  estaba  por delante en los mismos, fijarse en las caras de los participantes en las corridas de toros de maestros curtidos, algunos de ellos con fincas ya pagadas nos indica José María Plaza, le hacía mucha sensación, era otra división, y se da un frenazo en la inercia tan buena que llevaba como novillero, además no estár muy bien en el debut de  la plaza de Madrid que al final es la que da y quita, todo esto le hizo torear  más o menos, hasta que por desgracia en Torres de La Alameda, una cornada muy fuerte le retiro definitivamente de los ruedos, una cornada que se llevo por delante  el triángulo de Escarpa del muslo derecho. Tras unos momentos de tensión en el ruedo, el herido llegó a las dependencias de la enfermería, de la que era titular el cirujano don Enrique Alcorta, que en esa tarde contaba con la inestimable colaboración del también cirujano Máximo García Padrós y del anestesista don José María Alonso Majagranzas, los tres del equipo médico titular de la plaza de toros de Las Ventas.
La abundante pérdida de sangre hizo que José María ingresase con un cuadro clínico preocupante, que además presentaba una tensión arterial muy baja. Gracias a la profesionalidad del doctor Alonso, el torero recuperó las constantes vitales, y cuando los cirujanos lograron cohibir la hemorragia profunda por la rotura de las arterias femorales superficial y profunda, así como las dos venas femorales y el nervio destrozados por el asta del toro, pudo afirmarse que la vida del torero se había salvado, aunque su estado fue calificado de gravísimo.
  Cuando ahora está en esos momentos de soledad, ve y piensa en esos momentos de su carrera de novillero de decepciones y de fracasos, de triunfos, e ilusiones, en los que él y ahora lo vive con los chavales de la escuela a la que le presta sus servicios como profesor, de querer hasta dejar  los toros en algún momentos, teniendo en cuenta que no les ha dado tiempo ni de cogerlos todavía, les intenta hacer que recapaciten, y sigan en este mundo tan,  tan difícil pero tan,  tan bonito.

  Si no hubiese sido torero José María Plaza,  no tiene claro que pudiera haber sido, posiblemente hubiera tomado la rama de los estudios, pero no lo tiene claro, porque a la edad de 15, 17, 19 años estando en total plenitud en el mundo de los toros y funcionando,  no se lo planteo en ningún momento el haber sido otra cosas. 

    Recuerda un novillo que mato en San Martin de la Vega  (Madrid),  como uno de los animales que le han marcado en su carrera, no solamente por el triunfo al que le corto incluso el rabo, sino por el volumen del animal y las sensaciones de esa tarde,  al igual que le ha marcado  una experiencia  de las más grandes de su vida, sin tener precio ninguno, el convivir con el maestro "Julio Robles",  en su finca de Salamanca, durante dos inviernos,  entrenando con él,  junto con los maestros,  "Camino" y "Litri", inculcándole unos valores de la vida en lo profesional y en lo personal , que no olvidara nunca.
Le ha gustado siempre como toreros, Julio Robles, Manzanares, Antoñete, Viti, Curro Romero, Paula....     etc, todos los que han tenido un corte clásico, y en la actualidad le hubiese  gustado tener  la ambición,  el valor que  derrocha, toreando  casi perfecto, con personalidad, de el maestro "Juli",  pero sin inclinarse  por alguno en concreto, porque según José María Plaza, en estos momentos se derrocha tanta capacidad a la hora de torear,  que se roza la perfección del toreo.
  Pondría  más ambición en su vida de torero si pudiera volver hacia atrás, y le quitaría conformismo, que él ha tenido mucho, siendo una cosa que el ahora le inculca a los chavales que entrena en la escuela de  " Fundación el Juli",  donde es profesor en estos momentos, entregándose desde hace unos cinco años en cuerpo y alma a encauzar la carrera de los nuevos talentos que quieren ser toreros,  pensando que nunca un  torero deja de serlo en ningún momento, por que el ser torero,  es entrar  en una especie de religión, que le cautiva para siempre, como el haber estado jugándose la vida, con y  por el toro, demostrando  que alguno e incluso el mismo, han vivido y han dado hasta en algunos momentos su vida por esta fiesta, dándole la dimensión que esta palabra conlleva, ser torero, con todo el respeto a la profesión.
     No ha tenido en ningún momento rencor a los toros, ni siquiera después de  la gravísima cornada que tuvo,  Jose Maria Plaza,  en su momento creyó caer en el más profundo anonimato y por el contrario , con el paso del  tiempo ve y siente el calor de la afición, de cosas que sin haber tenido grandes triunfos en Madrid, Sevilla, etc., los aficionados le han recordado y siguen teniendo en la retina, dándose cuenta,  que en el mundo del toro, todos los participantes ponen su granito de arena,  para hacer esto mas grande, y tener  en cuenta, que las cornadas más grandes son las que te da la vida, y resume que, las del toro y lo dice un torero que está amputado  a raíz de la cornada que describimos anteriormente, son las mas dolorosas, pero las que más daño hacen son las de la vida, no a los contratiempos del día a día, pero si cuando has puesto toda tu confianza en algo o alguien, y no ha salido como tu pensabas o querías,  llevando las cornadas del toro incluso en algunos momentos con orgullo, pero las de la vida, siempre se recuerdan más amargas.

    Nos recuerda que sin implicación de las administraciones públicas, y sin respaldo, no de subvenciones económicas, sino de, blindado la fiesta, ya que es una tradición, no nacional, sino como bien define José María Plaza, Internacional ,  nuestra, con todos los matices y toda la grandeza de ella, para presumir, de una cosa tan grande,   tan orgullosa, y tan emocionante,  que se debería de levantar entre todos, pero a nivel no solamente de aficionados, sino también a nivel constitucional, arrancando  en estos momentos la demagogia dentro del  mundo del toro,  poniendo  mucha ilusión y  voluntad,  con gente de pensamientos y ganas,  de  tirar  hacia  adelante  los toros, viendo como elemental y fundamental la labor de las escuelas de tauromaquia en este momento en la fiesta, con o sin personalidad en los nuevos, pero siempre que un chaval se inscriba en este tipo de escuelas,  seguirá viva la llama de la tauromaquia y el compromiso con el mundo del toro, facilitando la inclusión dentro de la tauromaquia y enseñando en lo profesional  y también  en lo personal, de los chavales que pertenecen a ellas.



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   Nos instala y traslada en el paraje de la entrevista, la "Finca el Feligrés", del maestro Julián López "EL JULI", para describir lo que les aconseja  a los chavales que se quieren inscribir en una escuela de torrear, ya que el Juli, es el mejor referente y  tiene todos los adjetivos que  un chaval  busca a la hora de comenzar como torero, reuniendo todo, comenzando tan joven, con tan solo 9 años,  el maestro tiene,  ambición,  afición, volcarse diariamente, valor , arte, inteligencia, corazón, etc., eligiendo sin opresiones a renunciar a su juventud, y vida personal de niño, volcándose con el mundo del toro y una profesión en total  plenitud.

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